sábado, 11 de julio de 2009

La pérdida.

Anything that happens,
happens.
Douglas Adams

Metal, chapa y pintura; tela, goma y vidrio. Una fragancia perdida, la gamuza con la goma, interpenetrándose con un aire de interior. Una mezcla de elementos, frotándose y colisionando y eyaculando las partículas que paren un perfume sensible, infinitamente sensible y eterno. Una nube in vitro; presa, pero feliz. Hogareña.
Los recuerdos de un sol siempre tibio, sobre el fondo de ese ambiente: la felicidad. El aroma de la alegría, perdido. De ahora en más, siempre en pasado.
Lo irremplazable: aquello que inexorablemente olió.

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